Las fiestas del solisticio INTI RAYMI
La fiesta del Inti Raymi se celebra con el fin de adorar el agua, la tierra y el SOL, propia de los indígenas, posteriormente llamada por los españoles fiesta de “San Pedro”, se celebra anualmente, en todas las comunidades que pertenecen al cantón Cotacachi, provincia de Imbabura. La razón es honrar la cosecha a través de cantos, danzas, creencias, rituales, etc. La tradición de la fiesta no se ha perdido, por el contrario todos los meses de junio de cada año se revive con más fuerza, convocando a cientos de personas que se preparan para este gran acontecimiento. Lo que demuestra que la cultura indígena mantiene vivas sus raíces. El Inti Raymi esta relacionado con el solsticio de verano y coincide con la época de la maduración de los productos. El Inti Raymi es conocido también como la fiesta de la ‘segunda abundancia’. La primera es en marzo, y la tercera en septiembre. Cuenta la historia que hace varios siglos las comunidades incas llegaban desde todas las partes, realizando largas travesías, cruzando ríos, montañas y páramos. Lo hacían enfrentándose a las adversidades de la naturaleza y el objetivo era precisamente concentrarse a orillas del lago Cuicocha y así rendir culto al sol. La difusión que se da a esta fiesta es grande y llega a todas las comunidades vecinas, convirtiéndose de esta manera en un gran acontecimiento. Es en la provincia de Imbabura donde se desarrolla en toda su expresión. El san Juanito es la primera señal para indicar que el Inti Raymi o San Juan esta en pleno apogeo.
Se sabe que los preparativos empezaban con mucha anterioridad, los capitanes o jefes de cuadrillas de las distintas comunidades participantes se sometían a los llamados baños sagrados en cascadas, ojos de agua o vertientes naturales y el objetivo era interiorizar los poderes negativos del diablo Uma o Supay para ganar la pelea. Al término de la fiesta regresaban a la fuente para las clásicas limpias. Luego se realizaban las peregrinaciones por el poblado, y en todos los patios de las casa se llenaban las mesas con chicha y cuyes para todos.
Al siguiente día la alteración del orden era evidente. Por las esquinas aparecían los capitanes, huarmitucushcas, danzante, entre otros que bailaban al son de los pingullos y tambores. Toda esta algarabía tenía un solo propósito, tomarse la plaza Central de Cotacachi. La toma de la plaza se hacía a la fuerza, la pelea era cuerpo a cuerpo, con piedras, palos, y cabrestos de rabo de toro, dejando como resultado muertos y heridos.
Esta toma simbólica del espacio físico que antes les pertenecía, y que luego les fue negado a los indígenas, es una forma de denuncia de éstos, para con el patrón quien pierde en esta celebración su posición jerárquica.
Hoy en día la celebración es mucho más fuerte, mas violenta, es por esto que se vigila mucho esta toma de la plaza, pues los indígenas mantienen conceptos andinos y la pelea ritual tiene una visión de purificación, para que el resto del año se pueda vivir en completa armonía.
Sin embargo el mestizo lo mira como un peligro, de una u otra forma se toman todas las precauciones, para que no se den desvanes en la celebración; donde la chicha, el maíz, y el San Juanito ratifican su pertenencia. La fiesta del Inti Raymi en Imbabura generalmente se planifica de la siguiente manera.
Primer Día: Es el día de la celebración más importante. A media noche se realiza la purificación de los nativos. Esto se realiza en la Calera ubicado al sur de Cotacachi, donde se instala una gran tina y se efectúa el ritual. A esta gran tina solo tiene acceso los hombres según la tradición. Las mujeres permanecen en las casas preparando la comida para después del ritual.
Segundo Día: Se visita el Lago de Cuicocha, donde con un shamán se ofrece otro baño de purificación, además se realizan limpias, a donde acuden muchas personas tanto indígenas como mestizos y de todas las regiones del país.
En los días posteriores los moradores planifican la toma de la plaza de la matriz de cada grupo, quienes forman parte de la gran mesa comunal. El plato típico contiene mote, papas, cuy, queso, ‘la comida de los dioses’, y la bebida es la chicha de jora.
El 29 de junio se festeja San Pedro, el 30 se festeja San Pablo, y el primero de julio se dedica a las mujeres Santa Lucia.