Bandera de Cotacachi

Bandera

La Bandera de Cotacachi consta de dos franjas horizontales de igual tamaÃąo, la superior azul, y la inferior roja, interceptadas por un triÃĄngulo blanco, en honor a la sangre y el cielo de la independencia CotacacheÃąa.

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Escudo de Cotacachi

Escudo

En la parte superior del escudo encontramos una aureola o círculo de 10 estrellas. El escudo es en forma de tríptico con un borde cafÃĐ que representa al trabajo en cuero y luego consta primeramente en la parte superior del paisaje de Cuicocha y debajo de esta dos cudros de forma igual donde esta representados la mÚsica y el trabajo en talabartería de los en la parte superior.

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Himno a Cotacachi

Letra: Mons. Bernardino Echeverría Ruiz

MÚsica: JosÃĐ Reinaldo ChÃĄvez Placencia

CORO

Cotacachi, hoy unidos tus hijos,

los que ausentes estÃĄn, los de aquí;

en concierto de voces y de almas,

te saludan, ciudad, gloria a tí.

 

I

Como joya preciosa te engasta

en sus faldas floridas el Ande,

y en tus cielos azules se expande

tu aureola de pueblo inmortal;

si es que esquiva en plebeyas grandezas

su esplendor te negÃģ la fortuna,

de hombres grandes Dios te hizo la cuna

y son ellos tu manto real.

 

II

Quien al ver tu belleza no indaga,

que poder te ofreciÃģ gracia tanta

pues parece que en ti, todo canta,

todo es risa, caricia, esplendor:

aquí el sol se hace fruto en la tierra,

nÃĐctar se hace en el cÃĄliz que asoma,

en el viento que vuela es aroma

y es la gracia que canta en la flor.

 

III

Todo es bello en tus cielos que tocan

las distancias de inmensos confines;

tus sembrados, parecen jardines,

que cultiva la mano de Dios:

tu niÃąez es florÃģn de esperanzas,

cumple el hombre leal sus deberes,

son belleza y virtud sus mujeres

y en todo eres belleza y canciÃģn.

 

IV

Oh ciudad de las grandes querencias,

oh querida ciudad de los míos,

oh ciudad de las fuentes y ríos,

del tranquilo y feliz Pichaví;

en el vÃĐrtigo loco del siglo

rumor eres de una lejanía,

cÃĄliz de oro de la poesía,

cautiva hada en cerrado pensil.

 

V

Tus patriarcas, cual canes sagrados,

son guardianes de honor en tus casas,

ellos llenan tus templos y plazas

tu tesoro bendito, ellos son,

y hoy, la ardiente inquietud de tus hijos

con la magia ancestral de tu gente

ha encendido la luz de un presente

con la fe de un maÃąana mejor.

 

VI

Tu bandera de azul y de rojo,

que en tus cielos magnífica flota,

nos recuerda la sangre patriota

que verdad, nos dio libertad;

nos recuerda tu azul a los cielos

que, en su manto de tul, te engalanan,

y es orgullo de cuantos se ufanan,

de llamarte su cuna, oh ciudad.